domingo, 24 de enero de 2010

X

Lidian sus emociones

derramando la tinta roja

de cuatro lamentos malditos

cuando carecen de extremidades.

De una pareja de locos

listos para la astúcia

de un débil murmullo

frágil pero constante

siempre en el centro del mundo.

Envian manchas de miedo

dibujado de colores

y camuflado de futuro

a todas las riquezas pobres.

Implantan su propia duda

en todas las extensiones.

Cultivan la sed justa

mientras beben los consejos

que propinan sucios sueños

y la sangre del más noble.



Un trayecto repleto

de oportunidades de morir.

1 comentario:

El Anacoreta Urbano dijo...

Niña, tu poesía libre está llena de talento. Te envidio, envidio todo el tiempo que te queda por delante para aprender a unir palabras y construir arquitecturas más sólidas. Me encantaría poder discutir contigo sobre lo que subyace en lo que escribes... es realmente ese lugar el tesoro de un escritor.