lunes, 30 de abril de 2012

Lloro y no preguntes más por qué!

Llevo un tiempo triste, perdida, confundida, irritante y inestable. Hay días que soy medio feliz, otros incluso casi completamente feliz pero la mayoría del tiempo estoy muy triste. Han pasado muchas cosas últimamente y intento respaldarme en las personas que me rodean, no hay nada que ninguno de ellos no sepa ya, pero aun así cuando preguntan qué tal y respondo un "stand by","en estado vegetativo","triste" o un "no sé" aun hoy me preguntan- ¿Por qué?- y ahí se apodera de mi la incertidumbre más primaria... en cierto modo... rábia y es una rábia injusta porque por suerte aun hay alguien que se preocupa por saber lo que ocurre en mi cabeza y corazón. Pero... realmente hace falta preguntar por qué? Debe ser la coletilla comodín, o debe ser que soy una idiota que ni siquiera valora que pregunten, pero estoy cansada de explicar siempre lo mismo, porque resulta que nunca sirve de nada, ya que jamás importa lo suficiente como para que la siguiente vez no sea necesario pedir una explicación. Pero aquí, ahí va mi explicación, para todas esas personas que humildemente y sin querer, ni saber, me preguntan por qué:

Lloro por fin, no se si feliz o triste, lloro por dentro y por fuera, lloro porque no me quiero o me quiero demasiado, lloro por amor y odio, lloro sin escondite, sin razón de ser. Lloro porque se lo que me dirías si me vieses llorar y se que no serviría de mucho. Lloro porque os echo de menos, lloro por ti también. Lloro por egolatría y por subestima. En fin, lloro porque lloro.

30 de Mayo

Vuelta a sentarse en el anden con las neuronas confundidas, se pregunta si es salvaje sola y busca compañía o sólo es idealista de la idea de emocionarse con un abrazo. Empieza a llover, pero no hace frío, un leve rayo de luz le recorre las entrañas y piensa -¡Vamos! ¡Que salga mi arcoiris y llene de colores los paisajes pasados y los que quedan por recorrer!-
Ella es delineante de un lugar fantástico que existe solo en su mente. Se repite las teorías una a una, no hay que olvidarlas, aunque tras repetirlas tanto han perdido su sentido. Ya siente que la felicidad no está solo en ella sino también en la ternura, se quiere a medias pero ama a muchas personas con todo su ser, y no, no quiere estar sola, quiere construirse con pilares. Es salvaje sola emocionada con la idea de un amor casi inexistente: El amor por los amigos que entienden y respetan, el amor por aquellos que llegan incluso a necesitarla sea solo un instante o el resto de la existencia.
-Al menos- se dice- me he llegado a dar cuenta de la locura que se ha apoderado de mi, o quizás estuvo ahí siempre... corro y avanzo para llenarme de un breve momento que termina-.
Encontró grandes personas en el paso: unas se quedaron, otras se marcharon, y otras sencillamente las sujeta para que nunca se marchen, aunque no sirve de nada y consigue más bien lo contrario, y lo sabe.
Ved su locura, la locura de una salvaje sola emocionada de la idea del amor.
Llega el tren, entra vacilante y se sienta donde más le apetece, por un momento se recrea escribiendo en el móvil mientras en la ventana gris y verde caen gotas de lluvia como lágrimas... belleza... la belleza es esa. Casi por un momento se olvida de lo que anhela... casi pero vuelve  a escribir en lo más íntimo y personal, deja de enredarse con los versos y decide usar las palabras para la verdad: Que está completa y totalmente loca.

lunes, 23 de abril de 2012

La hoja


Veo una hoja,
quebrada y solitária,
acercarse serena.
No tiene similares
ni señoras dudas,
ella solo espera,
el viento violento avanza
y su corazón atento
se desboca al encontrarla.
Se alza con prisa,
con risa,
con timidez y ganas,
con pensares, sin cortezas,
solo las ideas
que forman su cabaña.
Es la idea transparente,
un canje de sonrisas,
reo y guadaña,
ella es libre pero presa
de un mundo hecho a medias
pero trazado para todos.
Hacia el frente,
ondeando baila,
y la veo irse con gracia
y triste decir Adiós
mientras ella y el viento
se alejan a la nada.
Y quizás, vuelva a ver,
sin dudas,
las ultimas miradas,
y entonces se percate
de que ella no está sola,
que tan solo es la primera:
la acompañan, justo atrás,
todas sus hermanas.

Somos nada


Nos damos de cabezazos contra el suelo,
somos atados, encadenados,
presos de lo que signifique ser libre.
Somos bloques de hielo
dispuestos a partirnos
antes que dejar al sol enpequeñecernos.
Miramos al frente,
nos lamentamos atrás,
envidiamos alrededor,
vivimos dentro,
miramos lo de más allá.
¿Y donde queda lo que tocan los zapatos,
donde está la brisa que nos cierra los parpados?,
olvidamos lo que une a todos y al mundo.
Somos soldados
de la guerra con el yo,
batallamos contra nosotros mismos,
contra la vida, la belleza, el amor y la muerte.
Callamos para montar un edificio
de palabras que son solo nexos entre nada y nada,
nada es lo que somos,
un monton de escombros.
Miramos al frente,
nos lamentamos atrás,
envidiamos alrededor,
vivimos dentro,
miramos lo de más allá.
Y donde queda lo que tocan los zapatos,
donde está la brisa que nos cierra los parpados?
Olvidamos lo que une a todos y al mundo.