Después, mucho más tarde, abría el virtual cajón de las palabras que dejo a la vista del mundo. Esas que necesité gritar alguna vez pero que no tenía voz suficiente y la angustia se apoderaba absolutamente de todo. Algunas se guardaban en borradores, las cobardes que no había querido ni siquiera mostrar, por si expresaban demasiado de esa parte cruda que reside dentro de cualquier persona, dentro de mí.
Entonces pensé... ¿Por qué no? ¿Por qué no exponerlas ahora que son un sin sentido? ¿Por qué no volver valiente a esa tú del pasado que no se atrevió a decir la verdad?
Y es más... ¿Por qué no volver a escribir?
No hay comentarios:
Publicar un comentario